No disponía de otro documento que la memoria; el aprendizaje de cada hexámetro que agregaba le impuso un afortunado rigor que no sospechan quienes aventuran y olvidan párrafos iterinos y vagos. No trabajó para la posteridad ni aun para Dios, de cuyas preferencias literarias poco sabía. Minuciosos, inmóvil, secreto, urdió en el tiempo su alto laberinto invisible. Rehizo el tercer acto dos veces. Borró algún símbolo demasiado evidente: las repetidas campanadas, la música.
Ninguna circunstancia lo importunaba.
¡Nubes de colores para todos!(hasta la próxima...)
Ruthy...
1 comentario:
¡Me encanta cómo cerrás los mensajes con las nubes de colores para todos!
Eso expresa mucho de tu interior hacia los demás. Es mucho más que una simple frase, revela tu identidad hermosa en lo interior.
Te felicito. ¿Puedo "robarte" la idea para difundir yo también? ¡Es que me encanta!
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